Se trata de una obra de estilo abstracto, en la cual a través de la búsqueda del color y la mezcla de paleta consigue potenciar la fuerza de la pintura, pero nada se deja a la libre elección ya que el toque en negro y en rojo serán constantes en las obras de Nerea Caos, transmitiendo la personalidad de la artista y la importancia que a estos colores le concede.
Se vislumbra una mirada de una mujer con cabellos dorados, cortada por las emociones menos cálidas del margen superior derecho, representación de las emociones más frías, que surgen de la mente.
Aunque se escapa de la “necesidad de dar un sentido a la obra”, la tiene, un primer contacto con el poder femenino`, colores, formas y simbologías inconscientes que afloran a la hora de combinar pinceladas.
En esta ocasión la obra abstracta, conlleva una temática frutal, que esconde una silueta de mujer en el punto central.
Una de las ventajas del arte contemporáneo es interpretar abiertamente, pero el punto clave sería los colores utilizados para dar brillo y fuerza en los puntos que necesitan más sombra o un contraste en las formas.
Se aprecian pequeños detalles con acuarela que contrarrestan a los colores más vivos.
Con un toque Naif, las frutas representan la vitalidad y desde tiempos originarios, representan abundancia, fertilidad. Los olores y los sabores de las frutas representan la sensualidad escondida y el amor.
En la obra, Nerea Caos pretende plasmar el poder femenino. Con gran simbología, dentro del arte abstracto, con una figura principal, una vagina de la cual asoma en su interior un gran ojo, que todo lo ve, como su primera obra. Destaca en sus pinturas los ojos realizados sin intención, salen del inconsciente, para dar un sentido más profundo a la obra. En esta pintura, se mezclan texturas y colores fuertes que se van transformando, con tonalidades más suaves en su interior. De los extremos parten matices, más rojizos y rosas, recordando un color asociado al lado femenino y sensual de la mujer en la sociedad. Abajo, en el margen izquierdo se representa una Kundalini que llena de “magia” la vagina, adentrándose en ella. “Cuando la Kundalini se despierta, la consciencia del mundo emerge”.
De todos modos, el tema de la feminidad, o la vagina como simbología de poder y de feminidad, se ha tomado desde la prehistoria, hasta diferentes artistas como Gustave Courbet en S.XX, y sus desnudos o diferentes artistas feministas contemporáneas.
En esta obra es el contraste de colores claro-oscuro los que empoderan el lienzo de oscuridad. Un fino toque metalizado, revela electricidad y una potencia vibrante que envuelve la escena de un torso femenino y un feto que la mira fijamente, tiene el control.
Se utiliza técnica mixta, óleo sobre lienzo, detalles metalizados acrílicos y collage.
Conmovedora escena del mundo intrauterino de la mujer, matriz del mundo.
Se trata de una creación con explosión de colores y formas muy concretas que representan una calavera pero no con la intención de causar miedo y horror. Creo que con intención representativa de un momento concreto, donde para la artista la muerte y la vida van unidas y es esencial hacer una “oda a la muerte” en un sentido simbólico.
La paleta nos muestra una armonía aunque con cierto toque rompedor con el tono negro central.
Presenta infinidad de detalles en lápiz acuarelable para crear un poco de voluptuosidad y movimiento.
Es un cuadro de dimensiones mediano-pequeñas que tiene mucha fuerza y posibilidades a la hora de decorar cualquier espacio.
La paleta utilizada remarca la fuerza y vitalidad de la artista.
Se aprecia un rostro en forma de claro-oscuro en el centro superior del lienzo, que deja difuminar la forma de algo fantasmagórico extendiéndose por todo el centro.
Esta técnica pictórica dota de movimiento a la pintura.
Se aprecian formas que se integran en el fondo y pinceladas más gruesas de la misma gama de colores. Pequeños matices simbólicos se extienden por los laterales del lienzo, queriendo darle expresión y mayor comunicación.
En este caso se trata de JesuCristo, Little o quizá SuperStar… con ello juega la abstracción.
Un toque de espiritualidad y fe en la colección artística de NEREACAOS.
Lo curioso en esta obra es que se ha realizado pensada al revés. La abstracción nos regala este tipo de detalles. Es decir, es dos en una.
En horizontal se aprecia un ángel bueno, con dos alas, una con toque de luz y otra de oscuridad, como la vida, las emociones que se quieren plasmar en esa sintonía de los momentos de la vida.
De forma vertical, representa un ángel negro, una mujer africana, con poder femenino, con fuerza e intensidad, poder ancestral, queriendo transmitir la fortaleza interna femenina.
El poder de los ancestros en cada un@ de nosotr@s.
En cuanto a la paleta y la rugosidad, conlleva colores fuertes pero armoniosos y dibujo con relieve, logrado con gesso y acrílico.
En esta obra se aprecia la tonalidad rosa, para simbolizar el lado más femenino.
Se desdibujan unos pechos como símbolo de la libertad femenina y de la creación.
Los detalles en la parte inferior izquierda, podrían ser semillas, en representación a los inicios.
Las semillas representan el nacimiento de lo natural, la belleza.
La forma predominante de la simbología del círculo inacabado como VIDA.
Los amantes, en este caso simbolizan una parte del vínculo y el amor sexual,
pero bajo el punto de vista del poder femenino.
La paleta está en tonos armónicos, y, en disonancia, tonos negros para remarcar la fuerza que caracteriza a NEREACAOS.
La obra es una pieza delicada y pequeña, que concentra colores vivos con la oscuridad principal del fondo. Bajo líneas finas y pareciese que al azar, se encuentra en contorno una cara un tanto femenina. Son toques bastante cortantes, en técnica mixta, en la cual se puede observar un rostro abstracto.
Rompe con armonías impuestas y configuración, ya que se aprecia un ojo relleno y otro no, unos labios un tanto deformados.
En cuanto a la vivacidad del cuadro, se aprecia fuerza y feminidad pero no demasiado movimiento como se puede dar en otras obras con paletas similares. Perfecto para cualquier rincón de un hogar con personalidad.
Se trata de una obra de pequeñas dimensiones, pero con mucha intensidad.
La paleta es bastante sobria y los marrones en su variedad de tono más pálido a menor intensidad, dan mayor sensación de profundidad.
En el centro del lienzo, una figura femenina clara y voluptuosa pero sin rostro.
Su centro se ve “roto” en la zona del vientre por un ojo pareciera ser. Este, se encuentra en situación de relieve, ya que trata de técnica mixta.
En el lateral se aprecia una gran escalera que se estrecha a medida que toca el “cielo” y dentro parecieran estar unos huevos o círculos, símbolos de nacimiento, transformación o “nueva vida”. Creo que en palabras de la artista: “ Se refleja el sentido de la introspección, mirada de espejo ante el reflejo de la vida, quizás una subida hacia “alguna parte”, quizás el infierno, quizás el cielo…”
La obra atrapa nada más se observan abstractamente las partes de un rostro pero con fusil formidad de formas y colores. Se trata de un encuentro con el interior del Si mismo. Es una obra con gran sentido de la abstracción. Si te dejas llevar, te transporta a un mundo inconsciente…
Se utiliza una gama de colores bastante abierta, predominando tonos metalizados, sin límites, creando sensación de movimiento. Líneas gruesas se mezclan con la variedad de trazos en el centro del lienzo. La oscuridad y sobriedad se encuentra presente en la parte inferior del cuadro, en contraposición con la iluminación superior y paleta de colores más variada.
Una obra con personalidad y dotada de mucha magia.
La peculiaridad de esta obra, es la superposición de sus formas y colores.
En su estrechez de lienzo, caben muchos detalles.
Primero, se ha pintado una obra sin intención alguna, como símbolo del expresionismo.
Colores y formas que acabarán creando un fondo del todo abstracto y una paleta muy mixta, al igual que la técnica, mixta.
En la parte inferior , una mujer de espaldas, reflexionando, pensativa, con la silueta marcada, dando luminosidad en armonía con la parte superior izquierda, también aportando mucha luz.
Una explosión de formas y colores salen divagando en la nada, como una maraña de pensamientos y reflexiones, con luz y color, de ahí el título Renacer, un renacer de emociones positivas.
Una de las obras más recientes de Nerea Caos, con colores que transmiten la fuerza del fuego, el anclaje a la tierra y a la vez la fluidez del mar, con un toque de vuelo y ligereza.
Pequeños detalles vivenciales asoman en la izquierda del lienzo y toques cortantes para matizar la silueta femenina de Nereida, una mujer con un ojo que todo lo ve, le atraviesa en el pecho. Los toques negros le aportan un toque de crudeza terrenal, pero no le quita protagonismo al azul, azul del mar y de la fuerza oceánica. En este caso, la obra abstracta, referencia a las Nereidas, ninfas marinas, de la mitología griega, bellas doncellas custodian el océano, con su dulzura y la fuerza de todos los dioses si consigues irritarlas… Quizás la artista quiere decirnos algo más con este mito.